En los próximos meses se va a hablar largo y tendido de las baterías de estado sólido. Estas, que llevan años de investigación a sus espaldas, son el siguiente gran salto que van a incorporar los fabricantes de automóviles en sus coches eléctricos, para eliminar las actuales de litio, níquel, paladio o cobalto. La reducción de los costes de estas nuevas pilas va a permitir abaratar el precio de los modelos sin emisiones, según los analistas, en un 40% respecto a los actuales. Aunque existen muchos más argumentos a su favor, tal y como se explica en el siguiente vídeo.
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