Muchos supermercados ponen a disposición de sus clientes el servicio de parking. De esta manera, se puede realizar la compra con el coche sin tener que buscar un sitio donde aparcar en las inmediaciones.
Este servicio es bastante útil, sobre todo si además se aprovecha para hacer la compra del mes. Habitualmente, el parking de los supermercados suele ser gratis para los clientes durante un tiempo determinado, que puede variar según el coste final de lo comprado.
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¿Qué pasa si no soy cliente del supermercado o no he hecho la compra y, aún así, hago uso del parking? Puedes enfrentarte a un problema, depende de la política de la empresa y de ese establecimiento en cuestión.
Por ejemplo, el parking de Mercadona es de uso para clientes, gratuito durante una hora para compras de cualquier importe y durante dos si se superan los 20 euros. Eso sí, dejar el coche aparcado y pasarse de las dos horas costará ocho céntimos por minuto.
Pero, además, si se decide salir sin compra del aparcamiento de este supermercado, habrá que abonar ese coste al minuto como mínimo, que sale cerca de cinco euros la hora.
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Lo mismo sucede en los aparcamientos de otras cadenas de supermercados, como Lidl. Disponen de ciertos minutos gratuitos para cualquier compra, a partir de los cuáles habrá que pagar un sobrecoste.
Eso sí, el algunos aparcamientos de Lidl se puede aparcar gratuitamente durante un cierto tiempo (entre una hora y una hora y media) sin hacer la compra. En otros casos, se puede hacer uso del parking sin comprar abonando la tarifa correspondiente desde el primero minuto.
¿Hay aparcamientos de supermercados gratis?
Obviamente, también existen las opciones sin restricciones. Para ello, hay que encontrar un supermercado con el parking abierto, al aire libre y sin barreras. Esos centros suelen encontrarse a las afueras de las ciudades en formato hípermercado. Ahí, no hay problema para dejar el coche sin limitación.
En resumen, cada parking de cada cadena de supermercados está sujeto a la regulación y los precios de la empresa. Además, cada aparcamiento de cada establecimiento puede funcionar de manera diferente a las instalaciones de la misma cadena en otras ubicaciones, por lo que lo más aconsejable es leer los carteles de las tarifas y las condiciones antes de dejar el coche para evitar sorpresas.
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