En diferentes países europeos se ha percibido, desde hace unos meses, un problema relacionado con las matrículas de los coches. En Reino Unido y Francia, principalmente, las autoridades han atendido a una queja de varios conductores detrás de la cual se encuentra un delito.
Y es que muchos conductores están recibiendo notificaciones de multas cometidas en lugares que ellos jamás han visitado. La respuesta a este interrogante es una estafa de moda en las carreteras.
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Los estafadores clonan las matrículas de los coches y las lucen en sus propios vehículos. Así, cuando son detectados por las cámaras de tráfico con motivo de alguna infracción, la multa llega al nombre al que están registradas las matrículas y ellos se libran de la sanción.
Detrás de esta estafa hay un delito de suplantación de identidad. En algunas de las ocasiones detectadas, los estafadores habían abierto un negocio de compraventa de coches de segunda mano y los habían registrado a nombre de lo safectaos. Es el caso de Julien. El año pasado se enfrentó a unos 300.000 euros en multas por infracciones que no ha cometido y, además, es víctima de un delito de suplantación de identidad. Algunas son por motivos de tráficos, pero otras son por robos.
En Reino Unido, las autoridades ya han lanzado el pertinente aviso a todos los conductores. El año pasado, Transport of London (la organización que gestiona el sistema de transporte en Londres), detectó que casi 36.800 multas habían sido emitidas con números de matrícula clonados.
Consecuencias del timo de las matrículas clonadas
Desde Reino Unido han habilitado una página web donde poder informar si se es víctima del timo de las matrículas clonadas. Como avisan, este fraude puede tener consecuencias legales también para las víctimas, aunque ellas no hayan sido partícipes en los ilícitos en los que los estafadores puedan incurrir.
El principal consejo, una vez que el conductor sea consciente de que ha caído en este timo, es notificar a la policía y a las agencias de tráfico (las homólogas de la DGT allí donde corresponda) que la matrícula ha sido clonada. Igualmente, es aconsejable recopilar pruebas de ello: por ejemplo, si llega una multa por una infracción cometida en una ciudad, demostrar dónde se encontraba el coche realmente. Esto se puede probar con tickets de aparcamiento, dashcams, pago de peajes…
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