Mientras disfrutaba de una ruta en su moto por una carretera secundaria, un motorista captó un detalle que, a simple vista, pasaría inadvertido para la mayoría. Su cámara enfocó un diminuto radar móvil Velolaser, estratégicamente ocultado tras una señal de ceda el paso.
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La ubicación del dispositivo cinemómetro, mimetizado en la parte más ancha de la señalización vertical, hacía prácticamente imposible su detección previa. La sorpresa fue aún mayor al constatar que este radar oculto se encontraba en un tramo donde la velocidad máxima permitida se había reducido de forma notable hasta los 50 km/h.
La polémica del radar escondido
El hallazgo videográfico del motorista, ocurrido en las proximidades de la localidad gaditana de Rota, no tardó en encender a los usuarios de las redes sociales y los foros. La controversia se centró especialmente en la legitimidad de esta táctica de ocultación.
Si bien algunos usuarios cuestionaron la legalidad de emplazar un radar tras una señal de tráfico, lo cierto es que, hasta el momento, no existe una normativa explícita que lo prohíba, alimentando aún más la discusión sobre los métodos de control de velocidad y su transparencia.
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Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.