Esta mujer, en Reino Unido, aparcó su vehículo en su casa y cuando regresó, el coche había desaparecido. ¿Ladrones? No. La conductora olvidó poner el freno de mano del coche, ante lo que solo bastó una ligera inclinación del terreno para que el vehículo empezara a deslizarse hacia atrás. La inercia hizo el resto y el coche acabó desapareciendo del plano hasta llegar a un bosque.
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